Don Hernán Acaro, del cantón Palanda, impulsa un emprendimiento de morteros de piedra, actividad que realiza desde hace tres años tras aprender de manera empírica. Cada pieza, cuyo tiempo de elaboración depende del tamaño y la calidad de la piedra, se ofrece a precios accesibles y resulta ideal para moler aliños y otros usos tradicionales en la cocina.
